Si hay algo de lo que los franceses están orgullosos, es de esto, el « French kiss ». ¿Pero estamos realmente en el origen del « French kiss »?

¿Hemos inventado esta cosa de saliva mezclada, lenguas que giran, se enrollan, se acarician, babean, se aferran, se ponen a prueba?

El "French kiss", una costumbre muy antigua

Vayamos al grano: no, los franceses no han inventado el "French kiss" (y mucho menos dicho nombre, pero eso sí lo habríamos sospechado). A decir verdad, esta práctica exclusiva entre dos parejas enamoradas es extremadamente antigua y se encuentran las primeras huellas en el... ¡Kamasutra!

Se conoce el Kamasutra como el libro por excelencia del erotismo, pero se conoce menos a qué período histórico corresponde. Se trata de un conjunto de siete obras escritas entre los siglos VI y VIII. En el Kamasutra, por lo tanto, ya se hablaba de besos apasionados: los que incluyen la lengua.

Un nombre más reciente de los estadounidenses

Si la práctica es antigua y tiene sus raíces en la India, ¿por qué nuestra época moderna la asocia con los franceses? Según un artículo de CNN sobre los orígenes de la expresión "french kiss", se encuentra la primera huella en el vocabulario inglés desde 1923: es utilizada en un libro de Sheril Kirshenbaum llamado "The Science of Kissing".

 

Sin embargo, fue después de la Segunda Guerra Mundial que la expresión adquirió un verdadero auge en los Estados Unidos. Los soldados estadounidenses, sorprendidos por la propensión de los franceses a besarse con la lengua, devolvieron esta práctica a su país de origen dándole el nombre de "French kiss". A lo largo de las décadas, el término se ha convertido incluso en un verbo: "french Kissing Someone", es besar a alguien con la lengua.

Los franceses parecen, pues, partidarios de la técnica, pero parece que la mayoría de los pueblos del mundo no comparte esta opinión. Durante varios años, un equipo de científicos ha observado e interrogado a poblaciones de no menos de 168 culturas diferentes.

Publicaron su informe en 2015 en la revista científica «American Anthropologist», el 54% de la población mundial no se adheriría en absoluto a esta práctica. Los africanos y los sudamericanos son los menos inclinados a abrazar a su pareja con la lengua, mientras que los habitantes de Oriente Medio parecen mucho más entusiastas con esta idea.

El beso en la boca no tiene necesariamente un carácter amoroso o sexual: muchas comunidades alrededor del mundo valoran el simple beso como una forma de saludarse o de demostrarse su afecto.

El beso con la lengua, en cambio, es inequívoco: tiene una fuerte connotación sexual y se practica exclusivamente entre parejas enamoradas. En una entrevista para CBS News, el psicólogo Gordon Gallup Jr., explica lo importante que es: "besarse con la lengua tiene tres veces más posibilidades de terminar con una relación sexual que un beso con la boca cerrada".

Algunos estudios argumentan que un intercambio de testosterona entre las parejas haría más receptivo a una relación sexual. Con esta teoría, otros argumentan que las subidas del nivel de oxitocina serían responsables de un brote tan grande del deseo sexual durante un beso con la lengua. Besar con los ojos cerrados también ayudaría mucho.

En cualquier caso, muchos científicos siguen interesados en esta práctica del beso, que parece innata en el ser humano, pero también en otros animales como los bonobos.